Ni el atardecer cobija mi sonrisa
Mis pasos van hacia donde tú vas
Y terminan donde tu alma se eterniza
Hoy los charcos lloran estancados
Sin poder morir anhelan perecer
Atónito estoy al agachar la mirada y ver
El reflejo de mis ojos atormentados
Porque en ellos tu mirada esta
En las hojas tus pasos rechinan
Y en tu silueta fantasmal descansan
Mis sentidos que aún no coordinan
Mis venas en tu charco lloran desconsolada
s Y sus lágrimas penan buscando tu sonrisa
Aliviadas hoy están y acompañan tu agonía
Entre el agua cristalina y ruborizada
Hoy la lluvia se enternece
Ya no rechinan solas las hojas
A tu lado mi alma nunca envejece
A tu lado cesan mis lágrimas rojas